solo para que veas

viernes, 23 de diciembre de 2011

ok....esta esta cosa antes de cumplir los 14 yo abia lo que era sonreir desde entonces hasta principios de este año yo hacia esta mueca que se asemejama a una...pero ahora ni la p***^ mueca me sale. mis ojos siempre decian que tenia estos brillosos ojos verdes almendrados...pero ahora no hay brillo y mas que ojos almendradosa son grises. todo esto me sabe adsjdfhdofj de la p***^que lo PARIO.
 y no no estoy exagerando...jajaja...saben tengo una mania que la fui cogiendo en los ultimos meses que es escribir en el dorso de mi mano derecha una frase, dibujo, letre o lo que sea por dia, lo que sea es lo que sea...tratando de hacer mas ligero el dia leyendo eso que ese dia tiene un significado para mi.
 en fin esta no es a lo que iba hay un chico que logro sacarme una maldita sonrisa verdadera...aplausos....es un idiota en realidad que sube videos a youtube...y este es el enlace del video.....http://www.youtube.com/watch?v=apngvkNj_PI

sábado, 10 de diciembre de 2011

DAME LA MANO


Una chica se queda a dormir en la casa de su amiga después del colegio, entre juegos y risas acaban contando historias de terror por lo que ambas se van a dormir bastante asustadas. Las dos se acuestan en la misma habitación aunque lo hacen en camas separadas porque la hermana de una de ellas había fallecido el año pasado en un trágico accidente doméstico y la cama quedaba libre.

Mientras tratan de conciliar el sueño comienza una tormenta  y entre el miedo que les ha producido contarse historias de miedo y los truenos que empiezan a sonar, ninguna de las dos puede dormirse. Cuando el sonido de la tormenta se hace más intenso ambas empiezan a temblar de miedo y una de ellas asustada le dice a la otra:

“Dame la mano”

Ambas estiran sus brazos desde sus camas para consolarse y protegerse la una a la otra, mientras se dan la mano su miedo parece desvanecerse por lo que finalmente a altas horas de la noche ambas se quedan dormidas.

A la mañana siguiente se despiertan con total normalidad, el día parecía haber aclarado por lo que deciden salir a jugar al jardín de casa. Pero antes la madre les prepara un desayuno que ambas comparten mientras recuerdan el susto que pasaron la noche anterior.

“Menos mal que me diste la mano anoche, me moría de miedo” – dijo una de ellas.
“Gracias a ti amiga, yo estaba tan asustada como tú”

La madre que escucha la conversación les pregunta si han movido las camas, ya que están muy separadas la una de la otra y sería imposible que sus cortos bracitos se alargaran tanto como para que se pudieran dar la mano estando acostadas.

Las dos amigas confundidas vuelven a la habitación y prueban a darse la mano nuevamente estando tumbadas. A ambas les recorrió un escalofrío por la espina dorsal al comprobar que sus manos quedaban a casi un metro de distancia con los brazos totalmente estirados.

Parece que esa noche no sólo los vivos tenían miedo.

LA CABAÑA

Se dice que en una ocasión un estudiante fue al bosque de su ciudad para un trabajo en su universidad. Su función consistía en recolectar muestras de diversas plantas y catalogarlas. Fue tanto su interés en su labor, que no se dio cuenta que el día había acabado y se estaba adentrando en una oscura noche.
Se sentía perdido, no sabía hacia dónde avanzar con tremenda oscuridad. Cuidaba sus pasos para no tropezar, lo único que podría distinguir era la brillante luz de la luna y las estrellas. Después de unos pasos, pudo distinguir una pequeña cabaña en medio del bosque; pensó que sería buena idea entrar y pedir resguardo esa noche hasta el amanecer.
El estudiante se acercó a la cabaña, tocó la puerta unas cuantas veces, pero nadie parecía estar dentro. Al ver que nadie se encontraba por el momento, se decidió a pasar sin ser invitado. La cabaña parecía haber cambiado de tamaño, no aparentaba ser tan grande desde fuera. Había muchas puertas y un largo pasillo.

Mientras buscaba una habitación atravesando el pasillo a oscuras notó que en las paredes de la morada habían extrañas pinturas de personas de aspecto siniestro, al pasar parecían seguirlo con la mirada provocándole un escalofrío que casi le impedía moverse. Tras vencer sus miedos, tragó saliva y continuo por el pasillo hasta encontrar una habitación donde pasó la noche hasta el amanecer.
A la mañana siguiente sus miedos se habían evaporado, hacia una hora que había amanecido por lo que decidió abandonar la cabaña y finalizar su trabajo. Se levantó de la cama y al salir al pasillo se quedó helado...

En las paredes no había ningún cuadro... sólo ventanas

SUERTE QUE NO ENCENDISTE LA LUZ

Una chica llega a altas horas de la noche a la residencia de estudiantes donde vive, se ha quedado hasta tarde con unas amigas y cuando llega a dormir son más de las tres.


Entra en la habitación tratando de no hacer ruido para no despertar a su compañera de cuarto, tampoco enciende la luz para no molestarla por lo que tiene que avanzar a oscuras empleando solo la luz de tu teléfono móvil para no golpearse con los muebles.


Cuando se mete en la cama empieza a oír unos quejidos ahogados, la chica se queda en silencio para  escuchar mejor. El sonido es como pequeños grititos ahogados o quejidos sin fuerza. Se imagina que su compañera se habrá traído a su novio al cuarto y estarán teniendo una noche apasionada, le sorprende que no colgara una prenda de ropa en la puerta como acostumbran a hacer como señal de que tienen “visitas”. Pero está demasiado cansada para levantarse y buscar otro sitio donde dormir. Sin darse cuenta cae en un profundo sueño entre lamentos y quejidos.
A la mañana siguiente se despierta sintiendo una humedad en su cama, aún medio dormida lleva su mano al líquido que empapa la manta y pega un salto tras comprobar que es sangre. Sobre su colcha la cabeza cortada de su amiga con un pañuelo en la boca que le sirvió de mordaza la noche pasada.
La habitación parece un matadero, todo está ensangrentado y en la pared escrito con la sangre de su amiga se podía leer:


“Suerte que no encendiste la luz”


Al llegar el forense dictaminó que la chica llevaba pocas horas muerta, al parecer el asesino la había estado torturando toda la noche a escasos metros de la cama donde descansaba. Los quejidos eran gritos de dolor que quedaban ahogados por la mordaza mientras el psicópata despellejaba y mutilaba viva a la víctima. Sin saberlo la chica había salvado su vida al no encender la luz y sorprender al asesino en mitad del crimen.

LA CHICA QUE PISO UNA TUMBA




Una noche, unos chicos celebraban una fiesta en un parque, entre risas y alcohol comenzaron a contar historias de terror. En la misma calle, había un cementerio y uno de ellos comentó lo mucho que le aterraba pasar por allí. Aprovechándose del miedo de su amigo otro de los jóvenes advirtió al resto con la siguiente frase:

- No se os ocurra nunca pisar sobre una tumba cuando se ha puesto el sol. Si lo haces, el muerto te agarra y te mete dentro.

- Mentira - replicó Alexandra - Eso son sólo supersticiones.

- Si tan valiente te crees ¿por qué no nos lo demuestras? Te daré 10 euros si te atreves, apostó el chico.

- A mí no me dan miedo las tumbas ni los muertos, respondió ella. Si quieres te lo demuestro ahora mismo.

El chico le tendió su navaja. Clava esta navaja en una de las sepulturas le dijo. Así sabremos que has estado allí. Sin dudarlo Alexandra cogió la navaja y se dirigió con paso firme al campo santo bajo la mirada atónita de sus amigos. 

El cementerio estaba lleno de sombras y había un silencio sepulcral y sin quererlo el miedo se fue adueñando de la chica que con cada paso sentía cientos de ojos vigilarla y un aliento helado en la nuca.

- "No hay nada que temer", se repetía Alexandra para tratar de calmarse a si misma. 

Escogió una tumba y pisó sobre ella. Después se agachó rápidamente, clavó en el suelo la navaja y se dispuso a marcharse. Pero no pudo. ¡Algo la retenía! Lo intentó de nuevo, pero seguía sin poder moverse. Estaba aterrada.

- ¡Alguien me sujeta! gritó, y cayó al suelo.

Al ver que no regresaba, los chicos fueron en su busca. Encontraron su cuerpo tumbado sobre la sepultura, fría, rígida y con la cara totalmente desencajada del miedo. Sin darse cuenta, Alexandra se había enganchado la falda con la navaja al clavarla en el suelo. Era la navaja lo que la retenía y ella había muerto de miedo tras sufrir un ataque al corazón.

ANGELES OSCUROS


La existencia de ángeles es un fundamento de la doctrina católica, explícita en la Biblia y, unánimemente, recibida de la tradición apostólica. La creencia en estos seres fue confirmada en el denominado Concilio Lateranense IV, reunido en el año 1215, cuyos preceptos ha retomado el Concilio Vaticano I en relación a las creencias acerca del Génesis del Mundo.
Sin embargo, cabe mencionar que existen ángeles benevolentes y también demonios: el Señor creó a los ángeles para vivir en imperecedera felicidad, pero cada uno de ellos debió ser evaluado. Algunos de ellos decidieron rebelarse contra su Creador. Por ello, podemos afirmar que -según la Fe Cristiana- existen ángeles llamados a declararse en favor de Dios o contra Dios mediante un acto radical e irreversible de adhesión o de rechazo de su voluntad de salvación (JP2, 30,VII,86).

Con respecto al Evangelio de San Pedro, se caracteriza a Jesucristo sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso luego de haber subido a los cielos. A él se sometieron ángeles, potestades y poderes (1 Pe 3, 22).


Angeles Caidos - Angeles Oscuros

Angeles Caidos - Angeles Oscuros
¿Qué son los "ángeles oscuros"?
En las diferentes religiones, un "ángel caído" es aquél que se ha exiliado del cielo. Tal destierro es frecuentemente un castigo infligido por desobedecer o rebelarse ante el Señor. Una fuente temprana de información acerca de Demoniología es la otorgada por el profeta Zoroastro, que se piensa que ha influenciado las creencias judeocristianas. El ángel caído más conocido es Satanás. Según algunas tradiciones, los ángeles caídos vagarán por la Tierra hasta el día del Juicio Final.

Existen innumerables creencias acerca de los ángeles caídos. Muchos hablan de su libre albedrío, de su lujuria, su orgullo o incluso de la incomprensibilidad de los actos de Dios. Causas como la Lujuria y el Orgullo han sido considerados motivos centrales para la caída de algunos ángeles. Dios pidió a los "vigilantes" -un selecto grupo de ángeles- que asistieran a la creación de Edén. Estos vigilantes (también llamados "Grigori") descendieron a la Tierra y vieron a las hijas de hombres, de las cuales se enamoraron. Según algunos textos, varios Grigori se desposaron con estas humanas y tuvieron descendencia. Esto encolerizó a Dios, por ello los echó del Paraíso y los convirtió en verdaderos demonios.

Otra causa fue la rebelión de Lucifer contra Dios. El orgullo -considerado el más grave de los siete pecados capitales- condujo a la expulsión celeste de ciertos seres, incluyendo al rango más elevado de ángeles. Lucifer era el primer y más poderoso ángel creado por el Señor. Con inteligencia, belleza y energía, Lucifer estaba en segundo lugar, después del mismo Dios.

Desafortunadamente, Lucifer llegó a ser tan ambicioso y egocéntrico que decidió competir con el Todopoderoso. Esto lo llevó a su expulsión del Paraíso.

Los teólogos católicos han especulado que la encarnación de Cristo fue revelada a los ángeles, y que aquellos que no aprobaban la naturaleza humana como digna de tal don, se rebelaron contra Dios. Esta sería la principal razón que movilizó la orgullosa conducta del ángel Lucifer (cf. Suarez, De Angelis, lib. VII, xiii)